Anna está descendiendo sobre mí, bajando las escaleras sin tomar pasos. Arrastra horriblemente los pies como si no pudiera utilizarlos en absoluto. Venas oscuras y de color púrpura cortan a través de su pálida piel blanca. Su pelo es un tono menos negro, y se mueve a través del aire como si estuviera suspendida en el agua, serpenteando detrás y a la deriva como juncos. Es la única cosa sobre ella que parece viva.
Autor: Kendare Blake