—Bienvenida otra vez —musitó, tomandome en brazos. —Has dormido profundamente, no me he perdido nada —Sus ojos centellaron. —Empezaste a habar en sueños muy pronto.
—¿Qué oíste? —Los ojos dorados se suavizaron.
—Dijiste que me querías.
—Eso ya lo sabías —le recordé. Hundí mi cabeza sobre su hombro.
—Da lo mismo, es agradable oírlo.
Oculté la cara contra su hombro.
—Te quiero —susurré.
—Ahora tú eres mi vida —se limitó a contestar.
Autor: Stephenie Meyer