El objetivo de su vida, desde su
adolescencia, es el placer con las mujeres, que da y recibe, no con indulgente ligereza sino con el
orgulloso poder de un gallo de buen plumaje en un corral de gallinas. De esta satisfecha plenitud
derivan todos los cardes secundarios de su vida: amistad con los hombres, humor rudo y directo,
amor a la buena mesa y a la buena bebida, al juego, a su coche, a su radio, a todo cuanto posee y
lleva por ello la impronta orgulloso del sembrador. Valora las mujeres al primer vistazo, las
clasifica sexualmente y les dedica la sonrisa justa.
Autor: Tennessee Williams