¿Estás segura?
—Absolutamalditamente.
Confirmado. Estaba como un cencerro.
Se volvió en redondo, enfadado, con ese gruñido gutural que solía provocarme un placentero estremecimiento a lo largo de la columna vertebral.
—Eres la persona más tozuda…
—¡¿Yo?! —exclamé, incrédula—. Que ¿yo soy tozuda?
Ya lo creo. Lo mejor era encerrarme y tirar la llave.
De pronto, se plantó delante de mí.
—Como una mula.
—¿Porque no quiero que te suicides? ¿Por eso soy tozuda?
Bajó la cabeza hasta detenerla a escasos centímetros de la mía, aunque no le veía el rostro.
—Absolutamalditamente.
¡Plagiador! Apreté los dientes.

Autor: Darynda Jones

¿Estás segura?<br />—Absolutamalditamente.<br />Confirmado. Estaba como un cencerro.<br />Se volvió en redondo, enfadado, con ese gruñido gutural que solía provocarme un placentero estremecimiento a lo largo de la columna vertebral.<br />—Eres la persona más tozuda…<br />—¡¿Yo?! —exclamé, incrédula—. Que ¿yo soy tozuda?<br />Ya lo creo. Lo mejor era encerrarme y tirar la llave.<br />De pronto, se plantó delante de mí.<br />—Como una mula.<br />—¿Porque no quiero que te suicides? ¿Por eso soy tozuda?<br />Bajó la cabeza hasta detenerla a escasos centímetros de la mía, aunque no le veía el rostro.<br />—Absolutamalditamente.<br />¡Plagiador! Apreté los dientes. - Darynda Jones




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