La gente ya está meneando la cabeza a mi alrededor, y si vuelvo a utilizar profesionalmente la palabra "Dios" en un futuro inmediato, no siendo como una sana y común exclamación americana, ello será considerado -o más bien, confirmado- como la peor clase de presunción y un signo inequívoco de que voy derecho a mi perdición.
Autor: J.D. Salinger