Los asesinos respetan la vida humana, sino que desean alcanzar una plenitud de vida propia, a expensas de las vidas que consideran inferiores a la suya. Pero el filósofo odia la vida, ya en sí mismo o en sus semejantes.
Autor: G.K. Chesterton
Diese Website verwendet Cookies, um Ihnen die bestmögliche Funktionalität bieten zu können.