Me siento empezar a enrojecer y me pregunto por mi incapacidad para liberar palabras y sentimientos. Me pregunto por mi incapacidad para bromas fáciles, conversación fluida, palabras vacías para llenar los momentos difíciles. No tengo un armario lleno de muletillas listas para insertar en los comienzos y los finales de frases. No sé cómo ser un verbo, adverbio, cualquier tipo de modificación. Soy un sustantivo hasta la médula.
Autor: Tahereh Mafi