Sólo a veces, por la mañana temprano, faltaba a su lado
aquel hombre bajo la manta. Pero no debía ser
cualquier hombre, ni siquiera cierta clase de hombre,
sólo uno concreto. Y por eso, lamentablemente, no
podía ser ninguno de los que conocía.

Autor: Daniel Glattauer

Sólo a veces, por la mañana temprano, faltaba a su lado<br />aquel hombre bajo la manta. Pero no debía ser<br />cualquier hombre, ni siquiera cierta clase de hombre,<br />sólo uno concreto. Y por eso, lamentablemente, no<br />podía ser ninguno de los que conocía. - Daniel Glattauer


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