-Te llamo Ángel, porque, honestamente creo que Dios puso un ángel en la tierra sólo para mí -admitió, tomando mi rostro en sus manos haciéndome mirarlo.
Tomé una bocanada de aire inestable.. Mi corazón estaba acelerado en mi pecho mientras seguía hablando-. La primera vez que te vi pensé que eras un ángel directamente del cielo. Eras tan hermosa que me dejaste sin aliento. Todavía lo haces, todos los días.
Autor: Kirsty Moseley