Consideremos, por ejemplo, la omnipotencia, pues un creador ha de ser onmipotente: o bien el creador no decide crear, y en ese caso pierde su omnipotencia, pues la creación se hace sin el concurso de su voluntad, o bien crea voluntariamente y ya no es todo poderoso, porque crea bajo la influencia del deseo de crear.
Author: Matthieu Ricard