¡Creedlo, ciudadanos, aquel a quien la espada material de las leyes no detiene tampoco se detendrá por el temor moral de los suplicios del infierno, de los que se burla desde su infancia!. En una palabra, vuestro teísmo ha hecho cometer muchas fechorías, pero jamás ha evitado una sola. Si es cierto que las pasiones ciegan, que su efecto es tender ante nuestros ojos una nube que nos oculte los peligros de que están rodeadas, ¿cómo podemos suponer que los que están lejos de nosotros, como lo están los castigos anunciados por vuestro dios, puedan llegar a disipar esa nube que no disuelve siquiera la espada de las leyes, siempre suspendida sobre las pasiones?

Author: Marquis de Sade

¡Creedlo, ciudadanos, aquel a quien la espada material de las leyes no detiene tampoco se detendrá por el temor moral de los suplicios del infierno, de los que se burla desde su infancia!. En una palabra, vuestro teísmo ha hecho cometer muchas fechorías, pero jamás ha evitado una sola. Si es cierto que las pasiones ciegan, que su efecto es tender ante nuestros ojos una nube que nos oculte los peligros de que están rodeadas, ¿cómo podemos suponer que los que están lejos de nosotros, como lo están los castigos anunciados por vuestro dios, puedan llegar a disipar esa nube que no disuelve siquiera la espada de las leyes, siempre suspendida sobre las pasiones? - Marquis de Sade


©gutesprueche.com

Data privacy

Imprint
Contact
Wir benutzen Cookies

Diese Website verwendet Cookies, um Ihnen die bestmögliche Funktionalität bieten zu können.

OK Ich lehne Cookies ab