Él dijo en un tono muy serio —¿Mamá, estoy muerto?
Y yo dije—: No cariño, no estás muerto —negó con la cabeza, mirando a todos confundidos acerca de algo. Luego te señaló a tí bailando y dijo—: Si no estoy muerto, entonces ¿Por qué hay un ángel en nuestra casa?
Author: Kirsty Moseley