-Estan tardando demasiado.
-No te preocupes, volverá.
Salamandra lo miro a los ojos, y entendio cuanta razon habia tenido Kai al afirmar que tenia el corazón dividido. Jonas no era misterioso fascinante como el elfo, pero era calido y agradable, y Salamandra se sentia segura a su lado. Cerro los ojos y apoyó la cabeza en el hombro del muchcho, con un suspiro. Jonas le acaricio el pelo.
-Saldremos de aqui- le prometio.
Author: Laura Gallego García