Hay que ser tan viejo como la Creación, y al mismo tiempo tan joven como si aún no se hubiera nacido... Hay que entregarse, abandonarse. Hay que perderse y volverse a encontrar. Las llamas del alma no deben apagarse nunca. ¡Hay que arder sin cesar, hay que quemarse y apagarse y volverse a encender!
Author: Klaus Kinski