Joshua se quedó asombrado. Pero no tan asombrado como yo por lo que acababa de decir. No hacía ni veinte horas que había plantado a Sven en el altar, ¿y ya quería salir con un tío sólo para verle reír?
Author: David Safier
Diese Website verwendet Cookies, um Ihnen die bestmögliche Funktionalität bieten zu können.