Me irritan muchísimo quienes nos preguntan, con mirada fingidamente horrorizada: "¿No me estará usted juzgando?". Pues sí, claro que lo juzgo, lo juzgo continuamente. (...) Concedo mi estima, o la retiro, dosifico mi amabilidad, dejo en suspenso mi amistad a la espera de pruebas complementarias, me distancio, me acerco, me aparto, concedo un aplazamiento, hago borrón y cuenta nueva, o finjo que lo hago. La mayoría de los interesados ni se dan cuenta. No comunico las sentencias, no doy lecciones, la observación del mundo no tiene en mí más consecuencia que un diálogo interior, un diálogo interminable conmigo mismo".

Author: Amin Maalouf

Me irritan muchísimo quienes nos preguntan, con mirada fingidamente horrorizada: "¿No me estará usted juzgando?". Pues sí, claro que lo juzgo, lo juzgo continuamente. (...) Concedo mi estima, o la retiro, dosifico mi amabilidad, dejo en suspenso mi amistad a la espera de pruebas complementarias, me distancio, me acerco, me aparto, concedo un aplazamiento, hago borrón y cuenta nueva, o finjo que lo hago. La mayoría de los interesados ni se dan cuenta. No comunico las sentencias, no doy lecciones, la observación del mundo no tiene en mí más consecuencia que un diálogo interior, un diálogo interminable conmigo mismo". - Amin Maalouf


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