Por un instante, contemplando aquellos ojos enloquecidos, una especie de angustioso horror se apoderó de él y pensó: Hola, Frank. Eres tú ¿verdad?. ¿Hacía demasiado calor en el infierno?
Author: Stephen King
Diese Website verwendet Cookies, um Ihnen die bestmögliche Funktionalität bieten zu können.