...si alguien quiere a la Emmi que no se
esfuerza por ser buena, que más bien da rienda suelta a sus flaquezas habitualmente
reprimidas, con más razón querrá a Emmi tal como ella vive, porque sabe que hasta cierto punto uno sólo puede pedirle a los demás que sean lo que es uno: un montón
de caprichos, un cúmulo de dudas de sí mismo, una combinación de divergencias.
Author: Daniel Glattauer