-Parecen eternos- dijo tras una hora de contemplar los volcanes en silencio.
-Son lo más cercano a la eternidad que conocemos-dijo Prudencia- Ni tus lágrimas van a durar tanto.
- Ni mis lágrimas- aceptó Isabel. Había dejado de llorar hacía una hora-. Espero que ningún desamor sea tan largo. Pero mi breve paso por el cielo, ése sí que duró tantísimo. Tengo a estos volcanes de testigos. Ninguna eternidad como la mía
Page 1 of 1.
©gutesprueche.com
Data privacy
Imprint
Contact
Wir benutzen Cookies
Diese Website verwendet Cookies, um Ihnen die bestmögliche Funktionalität bieten zu können.