En un agujero en el suelo, vivía un hobbit. No un agujero húmedo, sucio,
repugnante, con restos de gusanos y olor a fango, ni tampoco un agujero seco,
desnudo y arenoso, sin nada en que sentarse o que comer: era un agujero-hobbit, y eso significa comodidad.
Auteur: J.R.R. Tolkien