Es un poco así: hay líneas de aire a los lados de tu cabeza, de tu mirada,
zonas de detención de tus ojos, tu olfato tu gusto,
es decir que andás con tu límite por fuera
y más allá de ese límite no podés llegar cuando creés que has aprehendido
plenamente cualquier cosa, la cosa lo mismo que un iceberg tiene un pedacito
por fuera y te lo muestra, y el resto enorme está más allá de tu límite y así es como se hundió el Titanic.
Auteur: Julio Cortázar