Mientras mi cuerpo sabía qué anhelaba, mi espíritu rechazaba cada clamor de mi cuerpo. De pronto me sentía avergonzado, atemorizado; de pronto tenía un optimismo febril. Los tabúes me estrangulaban.
Auteur: Vladimir Nabokov
Diese Website verwendet Cookies, um Ihnen die bestmögliche Funktionalität bieten zu können.