Y, sin embargo, cuando cae la noche y el espectáculo ha terminado, él y yo nos quedamos de nuevo solos con el silencio, solos con una infinita escasez de palabras; nunca imaginé que éstas pudieran ser tan parcas. Pero a mí todo me parece bien. ¿O acaso me engaño a mí misma? ¿Existe la pornografía sin porno? Mejor dicho, ¿existe la pornografía únicamente como concepto, sin representación gráfica alguna? Pura pornografía del espíritu, un estado en que la mentira transforma la naturaleza de cada acto -caricia, beso, orgasmo- en algo obsceno y perverso. Reflexiono sobre todas estas cosas, aquí, tendida en el suelo mientras espero que él pronuncie alguna de sus escasas palabras, a que vuelva a tocarme y yo a olvidarme de mis pensamientos.

Auteur: Cees Nooteboom

Y, sin embargo, cuando cae la noche y el espectáculo ha terminado, él y yo nos quedamos de nuevo solos con el silencio, solos con una infinita escasez de palabras; nunca imaginé que éstas pudieran ser tan parcas. Pero a mí todo me parece bien. ¿O acaso me engaño a mí misma? ¿Existe la pornografía sin porno? Mejor dicho, ¿existe la pornografía únicamente como concepto, sin representación gráfica alguna? Pura pornografía del espíritu, un estado en que la mentira transforma la naturaleza de cada acto -caricia, beso, orgasmo- en algo obsceno y perverso. Reflexiono sobre todas estas cosas, aquí, tendida en el suelo mientras espero que él pronuncie alguna de sus escasas palabras, a que vuelva a tocarme y yo a olvidarme de mis pensamientos. - Cees Nooteboom




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