—De acuerdo —dijo, su voz tensa—. Tómate tu tiempo. Tómate el tiempo que necesites. —Inhalando fuertemente, dejó salir su respiración lentamente—. Estaré allí cuando estés lista. Sin importar cuanto tiempo te tome. Siempre estaré allí, Luce. Soy tuyo —respiró, apretando mis manos—, para siempre.
Autore: Nicole Williams