– De verdad crees que puedes mantener a salvo – me pregunta – Allí afuera, con ellos – Mi honestidad incurable me hace dudar y Julie frunce el ceño.
– Sí – responde M por mí, exasperado – Él puede. Y yo… ayudaré.
Asiento rápidamente.
– M ayudará. Los demás… ayudarán. Además – añado con una sonrisa – puedes mantenerte a salvo tú misma.
Se encoge de hombros con indiferencia.
– Lo sé. Sólo quería ver lo que dirías.
Autore: Isaac Marion