El verdadero Dios pone atención hasta cuando se cae un gorrión; pero el Dios creado por la vanidad humana no ve diferencia alguna entre un águila y un gorrión. ¡Oh, si los hombres por lo menos supieran!
Autore: Bram Stoker
Diese Website verwendet Cookies, um Ihnen die bestmögliche Funktionalität bieten zu können.