Elena colocó resueltamente sus propias manos a la espalda. Damon no era un sentimental, ni siquiera cuando se ponía en plan «Príncipe de la Noche». La rosa probablemente tenía algo que ver con el viaje que llevaban a cabo.

Autore: L.J. Smith

Elena colocó resueltamente sus propias manos a la espalda. Damon no era un sentimental, ni siquiera cuando se ponía en plan «Príncipe de la Noche». La rosa probablemente tenía algo que ver con el viaje que llevaban a cabo. - L.J. Smith




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