La vida había continuado después, la vida continúa siempre. Te da razones para llorar y razones para reír. Es la vida, Joséphine, confía en ella. La vida es una persona, una persona que hay que tomar por compañera. Entrar en su corriente, en sus remolinos, a veces te hace tragar agua y te crees que vas a morir, y después te agarra por el pelo y te deja más lejos. A veces te hace bailar, otra te pisa los pies. Hay que entrar en la vida como se entra en un baile. No parar el movimiento llorando por uno, acusando a los demás, bebiendo, tomando pastillitas para amortiguar el choque. Bailar, bailar, bailar. Pasar las pruebas que te envía para hacerte más fuerte, más determinada.

Autore: Katherine Pancol

La vida había continuado después, la vida continúa siempre. Te da razones para llorar y razones para reír. Es la vida, Joséphine, confía en ella. La vida es una persona, una persona que hay que tomar por compañera. Entrar en su corriente, en sus remolinos, a veces te hace tragar agua y te crees que vas a morir, y después te agarra por el pelo y te deja más lejos. A veces te hace bailar, otra te pisa los pies. Hay que entrar en la vida como se entra en un baile. No parar el movimiento llorando por uno, acusando a los demás, bebiendo, tomando pastillitas para amortiguar el choque. Bailar, bailar, bailar. Pasar las pruebas que te envía para hacerte más fuerte, más determinada. - Katherine Pancol


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