¿Qué vas a hacer entonces? -preguntó Pippin a quien no intimidaban las pobladas cejas del mago.
-Golpear a las puertas con tu cabeza, Peregrin Tuk -dijo Gandalf-. Y si eso no las echa abajo, tendré por lo menos un poco de paz, sin nadie que me haga preguntas estúpidas.
Autore: J.R.R. Tolkien