—¿Sabes lo que pasa cuando dos átomos
comparten su energía? — preguntó Miz.
Cahal negó con la cabeza. Ya no podía hablar.
—Que se trata de enlaces covalentes. Uno necesita del otro para existir. Yo necesito de ti
para vivir, rubio —lo besó en la mejilla—. Tú eres mi enlace covalente.
Autore: Lena Valenti