Suelo decirme a mí mismo: Tu destino no tiene igual: comparados contigo, los demás hombres son felices; porque jamás mortal alguno se vio atormentado como tú. Entonces leo a cualquier poeta antiguo y me parece que es el libro mi propio corazón. ¡Qué! ¿Aún me queda tanto que sufrir? ¿Y antes que yo ha habido hombres tan desgraciados?
Autore: Johann Wolfgang von Goethe