Sus ojos brillaron antes de cerrarlos y bajó la cabeza. —No. No te merezco tampoco. Necesitas a alguien que te aprecie, te proteja y te cuide. Una persona que se dé cuenta de que nunca sería capaz de encontrar a otra como tú en el mundo, no importa lo mucho que busque. —Me miró de nuevo a los ojos y nos miramos el uno al otro.
Autore: Molly McAdams