Y sin pensármelo dos veces, sin preocuparme por las consecuencias, le agarré la cara y tiré de ella hacia la mía, y nuestras bocas se encontraron con tanto ímpetu que me dolió de la forma más dulce posible.
Autore: Annabel Pitcher
Diese Website verwendet Cookies, um Ihnen die bestmögliche Funktionalität bieten zu können.