Hacía unos días lo odiaba. Ahora lo necesitaba como el aire para respirar
Lena ValentiLa vida es caos. El amor también lo debe
de ser, de lo contrario, sería falso.
Nunca había negociado nada con una mujer. Él mandaba, pedía y exigía, y todo le salía a pedir de boca. Todas querían lo que él tenía para dar, aunque él nunca había disfrutado de ello. Nunca había recibido nada que le hiciera sentir bien. Pero con Miz… Con ella no. Ella le había enseñado lo que era el dolor y la amargura.
Lena ValentiYo cuidaré de ti y tú nos ayudarás, como Booth y Bones.-Cahal a Mizar
Lena ValentiLa astrofísica le había prohibido los besos, pero no se los había negado a
Laila. Estaba tan celoso que le dolía el pecho. ¡Celoso de una lesbiana!-Cahal
Te voy a llamar Huesitos a partir de ahora. Huesos ya está agenciado por la doctora Brennan y ella me pone como un toro, así que sería injusto ponerte el mismo apodo. Huesitos es una buena versión. Ni tan guapa, ni tan inteligente como ella, ¿no crees? Una versión minimizada-Cahal a Mizar
Lena ValentiDios mío, pensó ella, era el mismísimo cielo. ¿Acaso los demonios tenían las llaves del paraíso? Entre sus brazos y sobre sus rodillas se sentía a salvo. Enfermizamente a salvo y jodidamente caliente.
Lena ValentiÉl era el lobo más territorial, el chico que las madres de todo el mundo no querrían como yerno. Él era lo más peligroso en su vida y, a la vez, lo más protector- Cahal
Lena ValentiCahal sintió una oleada de orgullo hacia ella. Tan metódica. Tan práctica. Y le ponía todo burro con esa actitud de sabelotodo impertinente.
Lena ValentiAbre los ojos, Bella durmiente. Déjame ver lo que han hecho los dioses para mí.-Cahal a Mizar
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