Si quieres comerte un plátano en público, nunca establezcas contacto visual con
nadie.
¿Estás enamorada de él?
—¿De quién? —pregunté, perdida en el ardor del éxtasis que se acumulaba entre
mis piernas.
—Del tío del psiquiátrico.
—¿De Donovan? —pregunté sin aliento.
—Si lo estás, tienes que alejarme de ti. —Enterró los dedos en mi cabello y me echó
la cabeza hacia atrás, sobre su hombro, con una determinación implacable—. Tendrás que
hacerlo. Todavía soy lo bastante fuerte para dejarte. —Gimió cuando deslicé la mano sobre
su erección una vez más. Me sujetó la muñeca y volvió a mirarme a los ojos con una
expresión de advertencia—. No yaceré contigo si amas a otro.
Si la vida te da limones, dile:
«¿Limones? ¿No tienes otra cosa?».
(Pegatina de parachoques)
Lo que no mata... será mejor
que sepa correr a toda velocidad.
(Camiseta)
Harper se acercó a mí con un propósito en la mirada, y con un último vistazo hacia Art, cruzó. No vi el dolor y el miedo que había sufrido durante todos esos años. No la vi
aterrorizada, y tampoco vi la pesadilla que había sido su estancia en el hospital psiquiátrico.
Lo que vi fue cómo su padre la cogía y se la subía a los hombros mientras ella le señalaba
la ruta a seguir a través de los árboles que había en la parte trasera de la propiedad. Vi a su perro, un golden retriever llamado Sport, que le lamió los dedos hasta que ella no pudo soportar las cosquillas. Y vi el primer beso que le dio Art. Ella estaba en el instituto, viendo uno de los partidos de baloncesto en los que él participaba. Art se había lesionado y estaba en el vestuario. Harper corrió a ver cómo estaba. Estuvo a punto de desmayarse al ver el enorme bulto del brazo que tenía sujeto al costado, donde el hueso casi atravesaba la piel.
Art se había tapado los ojos con el otro brazo para ocultar su angustia. Harper se acercó y, antes de que se diera cuenta de lo que ocurría, él le rodeó la cabeza con la mano y tiró de ella hasta que sus labios se unieron.
Y luego cruzó.
Ese toque romántico, la agonía del amor perdido, fue mi perdición.
—Bueno, ¿dónde se supone que está el corazón? —preguntó dicha parienta.
¿Betty White? ¿Iba a por Betty White?
Mis manos se levantaron por instinto para protegerla. Era muy frágil. Muy
vulnerable. Y la señora Beecher quería clavarle un punzón para el hielo. De eso nada.
—Tienes que dejar de pensar como una humana —sugirió Angel.
—No me estás ayudando. Busca a Reyes.
—Estoy aquí —dijo Reyes desde un rincón—. Viendo cómo te patean el culo. Otra
vez.
Su gruesa túnica negra ondulaba a mi alrededor, lo que no mejoraba en absoluto el
súbito balanceo del mundo. Sin duda se trataba del Reyes incorpóreo. Los Beecher no lo
veían.
—Haz algo —le dije a Reyes cuando conseguí librarme de las manos de Dewey por
segunda vez.
—¿Puedo romperle el cuello a la vieja?
—No.
—¿Y a él?
Eso tuve que pensármelo.
Okay, if you have to go. I’m not sure what I’ll do with all these women around.”
Jealousy spiked in me so fast and so sharp, Reyes sucked in a breath, the air hissing through his teeth. He closed his eyes, leaned his head back, let my emotion roll over him.
I bit down, embarrassed. “Are you enjoying that?”
“No,” he said, panting. “A little. It’s like being hit with a hundred razor blades at once, each leaving a tiny cut as it passes.”
“Ouch. That sounds horridly unpleasant.”
He lowered his head, regarded me from underneath his lashes. “Someday you’ll figure out I’m not like other guys.”
“Actually, I figured that out a while back.”
“Nothing and no one interests me besides you.
I intend to live forever. So far, so good. - T-SHIRT
Darynda JonesMots clés live-forever chapter-headings t-shirt-quote
Charley talking to Cookie
‘'You know those women in nursing homes that have to be restrained around the clock because they mix up everyones medication and steal all the bedpans?''
‘’Yes'' I said wondering what I was walking into
''That’s going to be you!''
She was probably right, if I live that long
Mots clés cookie homour charley-davidson
« ; premier précédent
Page 28 de 38.
suivant dernier » ;
Data privacy
Imprint
Contact
Diese Website verwendet Cookies, um Ihnen die bestmögliche Funktionalität bieten zu können.