Pensó en Harak y en sus aires de superioridad. En Holdar y sus modales groseros. Y también pensó en Robian y en cómo se había desentendido de ella cuando más lo necesitaba.
Laura GallegoDonde quiera que estés, Belicia, deseo que ya no sufras ni llores nunca más. Donde quiera que estés, amiga mía... hermana... deseo que encuentres la felicidad que mereces.
Laura GallegoLa nueva Viana había nacido y crecido a la sombra de la invasión bárbara y de todo lo que había surgido de ella. La nueva Viana, comprendió de pronto, estaba preparada para luchar.
Laura GallegoCayó dormida entre los brazos del muchacho del bosque, mientras los árboles velaban su sueño y los protegían de todo peligro.
Laura GallegoEres como un grano en el culo, Viana. Es muy difícil protegerte cuando no dejas de ponerte en peligro una y otra vez.
Laura GallegoPorque quizá así comprendas el motivo por el cual voy a pedirte que abandones el campamento y sigas con tu vida lejos de la rebelión, Viana.
Laura GallegoEse día aprendi dos cosas: que el azar es caprichoso y que siempre hay que llevar el casco bien amarrado.
Laura GallegoNo tenia claro hacia dónde debía dirigirse, pero confiaba en que, cuando llegara allí, lo sabría.
Laura GallegoEl Gran Bosque fue testigo de su juramento, y las hojas de los árboles susurraron, movidas por una ráfaga de viento de septentrión.
Laura GallegoEse día aprendí dos cosas: que uno siempre debe escuchar a sus mayores y que cabrear a un oso no es buena idea.
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