Oh, my god!” I said to Reyes, my eyes radiating accusations at him. “She took your picture? Just what kind of game are you playing? You’re under arrest, mister.”
His mouth tilted and a dimple emerged on one cheek as I took his wrist and threw him against a wall. Or, well, urged him toward it. I held him against the cool wood with one hand and frisked him with the other.
Solo hay dos cosas seguras en la vida.
Adivina cuál soy yo.
CHARLEY DAVIDSON,
ÁNGEL DE LA MUERTE
Observé el salpicadero de Misery. Estar con ella me reconfortaba un poco, pero no
tanto como mi sofá. Y en ese momento me di cuenta. Me di cuenta de una atrocidad que
había pasado por alto durante años. Nunca le había puesto nombre a mi sofá. ¿Cómo había
sido capaz de hacerle eso? ¿Cómo había sido tan insensible? ¿Tan fría y egoísta?
¿Y qué nombre le pondría? Era un asunto importante. Muy importante. El mueble
no podía ir por la vida con un nombre que no encajara con su personalidad.
Abrumada por la extraña sensación de alivio que me proporcionaba tener un nuevo
objetivo en la vida, volví a poner a Misery en marcha. Ya me preocuparía más tarde por lo
de ser una gallina clueca. Ahora debía encontrar un nombre para mi sofá.
—Así que has estado en el infierno, ¿eh? —Cuando asintió, le dirigí una sonrisa
almibarada, le di una palmadita en la mejilla y añadí—: Pues que tengas dulces sueños.
Cuando quiera tu opinión,
te quitaré la mordaza.
(Camiseta)
¿Cómo está el chaval?
Había luchado contra un demonio por mí. Acababa de salvarme la vida, pero se
comportaba como si no le importara nada en el mundo.
—Está bien —le dije, sacudiendo la cabeza—. Un poco traumatizado, pero está en
buenas manos. Es sordo.
—Lo sé.
—¿Cómo? —pregunté sorprendida.
—Te vi hablar con él durante un rato.
Apreté los labios.
—Acosador —le dije después.
—Chalada.
Ahogué una exclamación.
—Neandertal.
—Chiflada.
—Gorila.
Psicópata.
¿Cómo afectaría aquel repertorio de insultos a mi estabilidad mental? Fruncí el ceño
y me incliné hacia él.
—Demonio.
Reyes enredó un dedo en el dobladillo de mi camiseta y tiró para acercarme a él.
Somos enemigos, Holandesa. Una
princesa y un peón, cada uno en bandos opuestos. —Esbozó una de sus sensuales sonrisas
torcidas—. Se sentirían bastante decepcionados si supieran lo bien que nos llevamos.
Enfrentarse a los miedos refuerza el coraje.
Pero huir de ellos refuerza las pantorrillas.
(Pegatina de parachoques)
—Eso es absurdo, Reyes. No podría matarte. Eres más fuerte que yo, y... y sabes
luchar y todo ese rollo.
—Cuando llegue el momento..., y llegará, hazlo rápido. —Me ofreció una sonrisa
poco convencida—. No vaciles, Holandesa. No titubees ni un segundo.
Me comí a Donovan con los ojos, con una nueva sensación de afecto en el pecho.
—¿Qué pasa? —preguntó con recelo.
—¿Odin? ¿Le has puesto nombre a tu moto?
Me guiñó el ojo y cogió el rollo de cinta adhesiva.
—Me inspiré en una chiflada con un coche llamado Misery.
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